Errores que están frenando tu pérdida de grasa en verano (aunque no lo sepas).
No es el helado del domingo. Son estos 5 errores que se cuelan en tu día a día y sabotean tus resultados. 🌞
Sabes que estás haciendo las cosas “más o menos bien”. Comes mejor, entrenas cuando puedes, incluso te estás cuidando más que otros veranos… pero los resultados no terminan de llegar. ¿Te suena?
La pérdida de grasa en verano puede ser más sencilla de lo que parece… si no caes en algunos errores que, sin darte cuenta, frenan todo tu progreso. Y no, no tiene que ver con comerte un helado el sábado con tus amigas. Es más sutil. Más diario. Más de esas pequeñas decisiones que, sumadas, hacen que no avances como podrías.
Hoy te lo cuento con claridad. Estoy aquí para ayudarte a detectar qué te está alejando de tus objetivos, y qué puedes empezar a hacer hoy mismo para retomarlos.
No comer suficiente proteína (aunque comas “sano”)
Es uno de los errores más frecuentes cuando intentas perder grasa en verano. El calor te quita el hambre, te apetece más fruta, gazpacho, ensaladas… y de pronto pasas varios días sin llegar al mínimo de proteína necesario.
⚠️ ¿Qué ocurre?
Pierdes saciedad, pierdes masa muscular y tu metabolismo se vuelve menos eficiente. Además, mantener tu masa muscular es CLAVE para que tu cuerpo siga quemando grasa, incluso en reposo.
💡 ¿Qué puedes hacer?
- Asegúrate de incluir una fuente de proteína en cada comida (animal o vegetal).
- Ideas frescas: atún, huevo duro, tofu a la plancha, yogur griego natural, pechuga a tiras, gambas, proteína vegetal en polvo si lo necesitas.
- Añade toppings proteicos a tus ensaladas (queso cottage, legumbres, edamame…).
Hidratarte poco (o mal)
El sudor aumenta, el cuerpo pide fresquito y, muchas veces, confundimos “tener sed” con “no tener hambre”. Si no te hidratas bien, puedes sentir más cansancio, más hinchazón, digestiones más lentas y menor rendimiento al entrenar.
Además, cuando hay déficit hídrico, el cuerpo se “agarra” a lo que tiene. La retención aumenta y, con ella, la sensación de estar más pesada.
💡 ¿Qué puedes hacer?
- No esperes a tener sed para beber. Ten siempre agua cerca.
- Incluye infusiones frías, agua con limón, rodajas de pepino o menta para hacerla más apetecible.
- Recuerda que frutas y verduras frescas también hidratan (sandía, melón, pepino, apio…).
- Si haces ejercicio, rehidrátate con agua + sal marina o electrolitos naturales.
Abusar del alcohol “sin querer”
No hablamos de días puntuales, sino de esas copas de vino blanco que “se alargan”, los mojitos suaves, la cervecita diaria al atardecer… Todo eso suma. Y sí, afecta directamente a la pérdida de grasa.
El alcohol tiene 7 kcal por gramo, interfiere en la síntesis de proteínas, altera tus niveles de azúcar en sangre y, por si fuera poco, deshidrata. Si lo tomas con frecuencia, tu cuerpo prioriza eliminar el alcohol antes que oxidar grasa.
💡 ¿Qué puedes hacer?
- Limita el alcohol a momentos puntuales (y disfrútalos).
- Intercala con agua o kombuchas sin azúcar añadido.
- Elige versiones menos calóricas (vino con hielo, clara con gaseosa).
- Recuerda: no se trata de prohibir, sino de elegir con conciencia.
Moverte menos también frena tu pérdida de grasa en verano (aunque entrenes)
En verano puedes entrenar igual que siempre y aun así moverte menos. ¿Cómo? Muy fácil: más horas tumbada, más tiempo sentada en terrazas, más días de descanso, trayectos en coche por el calor…
La actividad NEAT (todo lo que no es entrenamiento, como caminar, subir escaleras, moverte en casa…) representa una parte muy importante del gasto calórico diario. Y en verano, si bajas este movimiento inconsciente, es probable que estés gastando bastante menos sin saberlo.
💡 ¿Qué puedes hacer?
- Camina a paso ligero 20-30 min al día (idealmente por la mañana o al anochecer).
- Aprovecha el verano para moverte de forma distinta: nadar, jugar a las palas, bailar, hacer rutas…
- Si pasas mucho rato sentada, levántate cada 45 minutos y camina unos pasos.
Desconectar del todo (hasta de tus objetivos)
El verano está para disfrutar, desconectar, vivir sin horarios rígidos… ¡y eso está genial! Pero muchas veces esa desconexión también incluye olvidarte por completo de tus objetivos.
Y eso no es lo mismo que disfrutar.
Te explico: no se trata de vivir a dieta ni de entrenar obsesivamente. Pero sí de mantener una mínima estructura que te haga sentir bien. Porque si te saltas todas tus rutinas durante semanas, luego cuesta mucho más volver, y se pierde parte del trabajo hecho.
💡 ¿Qué puedes hacer?
- Elige tus no negociables: por ejemplo, 3 entrenos semanales + 1 comida rica en proteína al día.
- Usa tus objetivos como brújula, no como cárcel.
- Celebra tus avances y sé flexible, no complaciente.
Entonces… ¿es posible perder grasa en verano?
Sí. Pero no se trata de controlarlo todo. Se trata de entender qué hábitos marcan la diferencia y mantenerlos vivos, incluso en verano, incluso con días de playa, cenas fuera o viajes improvisados.
Recuerda: no necesitas hacerlo perfecto, solo hacerlo con cabeza.
Y si hay algo que no sabes por dónde enfocar, estoy aquí para ayudarte.
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